CÓMO CUIDAR TU PIEL EN PRIMAVERA
Al principio de la primavera, la piel está más deshidratada y desnutrida que nunca. Para recuperar su buen aspecto y, al mismo tiempo, protegerla de las agresiones típicas de la estación, sigue estos consejos.
Consigue una piel nueva
Regeneración
Tras el invierno y debido al frío, tu piel ha sufrido un importante falta de oxigenación, por lo que no es extraño que ahora te veas el cutis apagado y deshidratado. Es necesario, por lo tanto, limpiar la piel a fondo y eliminar la impurezas que se han ido acumulando durante estos meses.
Para ello, puedes acudir a un centro de estética (ahoraes uno de los mejores momentos del año para realizar una limpieza de cutis) o bien cuidar tu piel desde casa con los productos adecuados.
Limpieza profunda
Además de limpiar tu piel dos veces al día, puedes regalarle a tu cutis una mascarilla regenerante. De efectos prácticamente inmediatos, te dejará la piel más fresca y luminosa.
También es importante realizar una exfoliación facial una vez a la semana (cada dos semanas si tu piel es frágil), para eliminar las células muertas y acelerar la regeneración celular.
Los cuidados que necesita tu cutis
Hidratación y nutrición
Una vez renovada, todos los cuidados deben ir encaminados a darle a tu piel la hidratación y nutrición que necesita. Además de hidratar tu cutis con una crema de día, no olvides aplicarte una crema de noche ya que, entre la una y las 6 de la madrugada, la piel se renueva, reparando las células dañadas.
Si tienes más de 35 años, necesitarás, además, un producto antiedad. Para un cuidado más intensivo, usa, una vez a la semana, una mascarilla nutritiva.
Problemas específicos de primavera
Rojeces
En esta época del año, las pieles delicadas suelen volverse todavía más sensibles. Uno de los principales problemas son las rojeces que aparecen, sobre todo, en las mejillas y en la nariz. La herencia y las exposiciones prolongadas al sol son las principales culpables.
Para evitarlas, utiliza cosméticos suaves, específicos para pieles sensibles, y con efecto calmante. El sol es uno de los principales enemigos de este tipo de piel, por lo que te recomendamos que uses un protector solar con un filtro solar alto (40 o más).
Alergias cutáneas
Granitos, irritaciones, picor… En primavera, las reacciones alérgicas se agudizan. Para paliar las molestias, hidrata tu piel con productos a base de avena. Usa jabones suaves con una composición sencilla. Evita los cambios bruscos de temperatura y no te rasques, ya que empeorarás la situación.
Exceso de grasa y acné
Los cutis grasos también acusan los inconvenientes de la estación. Con la llegada de los primeros calores, el poro se dilata, segrega más grasa y los granitos hacen su acto de aparición.
Para evitarlo, no bajes la guardia. Limpia, tonifica y trata la piel a diario con los productos adecuados
(matificantes, geles anti-grasa, etc.).
Manchas
(matificantes, geles anti-grasa, etc.).
Manchas
Para que no se agudicen en primavera, hazte un tratamiento cosmético aclarante y no te expongas al sol sin una protección elevada (40- 50). Si el problema es muy acusado, puedes recurrir a técnicas como la microdermoabrasión y el láser.
Conseguir una piel perfecta
Dieta
Para eliminar las toxinas que tu organismo ha ido acumulando durante el invierno, y que hacen que tu piel esté mate y deshidratada, aumenta el consumo de fruta, verduras y cereales integrales. También es importante beber un mínimo de dos litros de agua al día.
Deporte al aire libre
Deporte al aire libre
Oxigena tu organismo y, de paso, tu piel, realizando actividades como dar largos paseos, correr, ir en bicicleta, hacer excursiones, sin olvidarte de protegerte debidamente del sol.
Relajación
El estrés es uno de los peores enemigos de la piel por lo que, en una cura de belleza, nunca puede faltar una buena dosis de relajación. Evita los nervios en el trabajo y apúntate a un cursillo de yoga o tai-chi.
Si tu piel es grasa, será mejor que utilices para su cuidado productos “oil free”, sin grasa añadida. Para la limpieza te recomendamos usar un gel de agua, que además de limpiar regula la secreción de grasa, y para su hidratación una crema matificante, que evitará la aparición de brillos. Este tipo de cremas se caracterizan porque no contienen cuerpos grasos, están constituidas por agentes purificantes y astringentes que dejan la piel mate durante horas, por lo que están especialmente indicadas para la zona T del rostro, aunque si vas a maquillarte con posterioridad será mejor que te apliques una fina capa por todo el rostro.
Las pieles grasas atraen la suciedad y por ello aparecen granitos y puntos negros, para este tipo de piel lo mejor es realizar una o incluso dos (si se trata de una piel muy grasa) mascarillas purificantes. Este tipo de mascarillas tienen la característica de limpiar en profundidad, eliminando la suciedad que se halla incrustada en los poros, dejando la piel limpia y fresca de inmediato, además disminuyen temporalmente el tamaño de los poros y si eres constante en su utilización llegan a controlar y regularizar la producción del sebo.
Realizar una exfoliación antes de la aplicación de la mascarilla siempre resulta muy conveniente pues la piel se hallará más receptiva y la mascarilla resultará más eficaz.
Realizar una exfoliación antes de la aplicación de la mascarilla siempre resulta muy conveniente pues la piel se hallará más receptiva y la mascarilla resultará más eficaz.
Si lo deseas también puedes probar con las siguientes mascarillas naturales:
Mezcla medio yogur con un pepino triturado.
Mezcla una clara de huevo batida a punto de nieve con el puré de 10 fresas maduras.
Mezcla una cucharada de zumo de limón con el puré obtenido de un tomate maduro.
Mezcla una cucharada de zumo de limón con el puré obtenido de un tomate maduro.
Si te decides a probar alguna de ellas (o todas), deberás aplicarlas durante 20 minutos, hasta que estén bien secas, y después retirarlas con abundante agua tibia, te secas bien la cara y te aplicas una base hidratante.
En las pieles grasas también resulta habitual la aparición de poros dilatados, para mejorar este problema puedes aplicarte sobre ellos una clara de un huevo batida, aunque en la actualidad las mascarillas refrescantes y los tónicos podrán ayudarte con gran eficacia.
Si te dispones a maquillarte, debes saber que en en el caso de las pieles grasas, la textura más adecuada para el fondo de maquillaje son los compactos, que aplicados con una esponja seca darán un acabado mate y aterciopelado al rostro, al tiempo que disimulan las imperfecciones. Además tienen la capacidad de absorber la grasa, resisten la humedad y el sudor, y son rápidos y sencillos de usar.
Los papeles secantes de acción inmediata te resultarán ideales para solucionar de manera rápida y eficaz los brillos de la cara, basta con presionar la hoja contra el cutis para eliminar el exceso de grasa sin que el maquillaje se vea alterado lo más mínimo.
Si vas a realizarte una limpieza de cutis en profundidad, realiza un cambio en tu alimentación unos días antes y comprobarás como ésta se ve favorecida. Bastará con que elimines durante diez días las grasas saturadas de tu dieta, durante esos días puedes comer verduras aliñadas únicamente con aceite de oliva crudo y pescado a la plancha.
Te recordamos que las mascarillas de arcilla también ayudan a regular la producción de grasa.
MASCARILLA PARA PIEL SECA
Los huevos se usan en algunos productos de belleza y en recetas caseras. La yema con su grasa y colesterol es buena para el pelo seco y la piel maltratada. La clara ayuda a humectar y le da un levantamiento temporal al rostro. La clara aplicada sobre la piel también ayuda a minimizar el tamaño de los poros temporalmente.
Las mascarillas con huevo se mezclan con otros ingredientes como miel, limón, avena y otros para intensificar sus efectos.
MASCARILLA PARA LA PIEL SECA O DESHIDRATADA CON HUEVO:
· 1/4 de un aguacate (palta)
· 1 yema de huevo
· 10 gotas e aceite de almendra o oliva
· 1 gota de miel
Batir bien el huevo hasta que cambie de color para eliminar un poco el olor
Añadir el aguacate y el resto de los ingredientes. Mezclar bien hasta formar una pasta uniforme.
Aplicar sobre la piel limpia y dejar por 10 minutos
Eliminar con agua a temperatura ambiental
MASCARILLA LEVANTAMIENTO SIN CIRUJIA:
Para afirmar la piel temporalmente y disminuir el tamaño de los poros. En la piel seca esta mascarilla puede dar sensación de más sequedad por lo que no se recomienda.
· Una clara de huevo
Batir la clara de huevo y ponerla sobre la piel limpia. Dejar por 10 minutos y eliminar con agua al tiempo o ligeramente tibia.
MASCARILLA DE BANANA Y HUEVO:
Esta mascarilla es humectante es para todo tipo de piel.
· 1 clara de huevo
· 1/2 banana
· 10 gotas de miel
· 2 hojas de menta o hierbabuena
Batir las claras un poco
Añadir el resto de los ingredientes y mezclar bien hasta formar una pasta uniforme
Aplicar sobre la piel limpia dejar 10 minutos y eliminar.
EL CUIDADO DE TU PIEL
LO BÁSICO:
Para que un cutis luzca lozano la limpieza es indispensable. La piel debe limpiarse dos veces al día, en la mañana, para quitar los residuos de cremas de la noche anterior, y en la noche, para remover maquillaje, sudor y grasa adquirida durante el día. Las limpiadoras vienen en barras sólidas, gelatinas, espumas y leches de acuerdo a tu tipo de piel.
EL TÓNICO:
Tónicos, refrescantes y astringentes, cada producto para auxiliar cada necesidad de tu piel. Los refrescantes llegan a donde las limpiadoras no lo hacen, removiendo cada residuo de tu piel que no se haya removido con la limpieza. ¿Su importancia? Evita que se abran los poros y permite que la piel respire mejor.
LA EXFOLIACIÓN:
Los abrasivos o “scrubs” te ayudan a remover las capas de piel renovándola por piel nueva. Puedes exfoliar tu piel una vez a la semana si tu piel es normal, combinada o grasosa. No es recomendable hacerlo frecuentemente en las pieles secas, porque puede agravar la resequedad, ni en las acneicas, porque se puede lastimar la piel.
LA MASCARILLA:
La mascarilla es la limpieza profunda que puedes hacer desde tu casa semanalmente. La mascarilla limpia más allá del jabón, ayuda a que los poros no se abran, hidrata, regula la grasa y reafirma la piel, según la mascarilla que uses de acuerdo a tu tipo de piel y necesidades.
EL HUMECTANTE:
El humectante es el último paso en la limpieza del cutis. Te ayuda a recobrar la humedad perdida en el momento de la limpieza, hidrata, reafirma y te protege de las inclemencias del medio ambiente. Procura usar las fórmulas que incluyen protector solar. No olvides que también es importante hidratar la piel en las noches.
EL ÁREA MÁS DELICADA:
Los ojos, por ser el área más delicada de la cara, requieren atención especial. Desde la desmaquilladora hasta el humectante, ya que si usas en los ojos una limpiadora o un humectante para cutis combinado o grasoso, le estarás restando humedad o al menos no le provees la que necesitan.
EL TRATAMIENTO MENSUAL:
Es recomendable que mensualmente tu piel se beneficie de una limpieza profunda de manos de un profesional de la piel. En las manos de un(a) esteticista recibirás un tratamiento completo para tu piel además de hacerte recomendaciones de acuerdo a tus necesidades.
MUCHA AGUA:
La belleza brota de adentro, afirma un antiguo refrán, y es el agua quien mejor lo ejemplifica. El agua hidrata tu cuerpo y también tu piel, ayuda al cuerpo a deshacerse de los desechos, ayuda al estreñimiento, es un diurético natural y ayuda a mejorar la digestión. Un organismo limpio reflejará una piel sana.
EL EJERCICIO:
El ejercicio además de ayudarte a conservar una buena figura, ayuda a mejorar la piel, ya que a través de éste se activa la circulación. Con el sudor el cutis se limpia al liberase de las toxinas. Y lo mejor de todo es que al ejercitar los músculos también se ejercitan las fibras de colágeno y elastina que hay en la piel, responsables de una piel bella.
LAS FRUTAS:
Además de formar parte de una dieta balanceada y de ayudar a saciar tu apetito sin hacerte perder la figura, también hidratan y son una importante fuente de vitamina C, nutriente antioxidante capaz de contrarrestar los efectos de los radicales libres en la piel.
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